PONTIFICIA, REAL E ILUSTRE Y FERVOROSA HERMANDAD SACRAMENTAL Y COFRADÍA DE NAZARENOS DE NUESTRO PADRE JESUS DE LAS PENAS, MARÍA SANTÍSIMA DE LA ESTRELLA, TRIUNFO DEL LIGNUM CRUCIS, SAN FRANCISCO DE PAULA Y SANTAS JUSTAS Y RUFINA
Fecha de fundación.- La Hermandad de la Estrella se funda en el año 1560
Templo.- Capilla de Nuestra Señora de la Estrella, en la Calle San Jacinto, del barrio de Triana.
Túnicas.- Túnica de color blanco, capa de color blanca, antifaz de terciopelo morado, cíngulo de color morado y botonadura de color morado en el Señor de las Penas.
Túnica de color blanco, capa de color blanca; antifaz de terciopelo azul, cíngulo de color azul, botonadura de dolor azul y botonadura de color azul en la Virgen de la Estrella.
Jornada de procesión.- Domingo de Ramos.
Triana no ha dejado de llamar a mi sangre; por lejos que me fueran llevando los vericuetos de la vida. Triana siempre aparecía al final del camino. Y allá, sobre el horizonte, la luz de una estrella que jamás se apagaba. Esa luz que parecía generar toda la celestial claridad del Domingo de Ramos. En el lejano barrio donde me crié, siempre era un nazareno de la Estrella el que anunciaba la llegada del día mejor.
Hasta allí venía la brisa del río para hacer volar su capa blanca, que resplandecía al sol del mediodía como una loza de la Cartuja. Los chiquillos correteaban alegres tras él, pidiéndole caramelos, y el barrio se llenaba de alegría y felicidad porque ahora ya sí, ya era Semana Santa.
Esa luz que hacía resplandecer la capa blanca del primer nazareno de mi infancia fue la que una vez señaló el camino a mi hijo Juanmi en uno de esos momentos de la vida en los que la incertidumbre lo oscurece todo. La luz pareció susurrarle aquella oración de San Bernardo, mientras le señalaba la otra orilla del río: ‘Oh tú que te sientes lejos de la tierra firme, arrastrado por las olas de este mundo, en medio de las borrascas y de las tempestades, si no quieres zozobrar, no quites los ojos de la luz de esta Estrella, invoca a María!
Y ocurrió que mi hijo se presentó un día en casa con una túnica blanca y un antifaz de terciopelo azul, como los de aquel nazareno que, de niño, me anunciaba la llegada del Domingo de Ramos.
Vega Leal, Juan Miguel: Pregón de la Semana Santa de Sevilla 2024