NUESTRO PADRE JESÚS DEL GRAN PODER
Autor.- Juan de Mesa y Velasco.
Fecha de ejecución.- Juan de Mesa talla la imagen del Señor de Sevilla en el año 1620
Momento de la Pasión.- Jesús camina hacía el Calvario llevando sobre sus hombros la Cruz.
Cofradía.- Pontificia y Real Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder y María Santísima del Mayor Dolor Traspaso.
Fecha de fundación.- 1420
Templo de culto.- Basílica de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder.
Templo de salida procesional.- Basílica de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder.
Jornada de Procesión.- Madrugada del Viernes Santo. La Madugá.
Puesto de la Jornada.- Segundo puesto de las hermandades que realizan en esta noche su estación de penitencia a la Santa Iglesia Catedral.
Localidad.- Sevilla
Sevilla es la Orilla del Señor.
Esa orilla está en San Lorenzo y a ella nos acercamos cada viernes buscando el agua bendita de la salvación, del perdón, del consuelo. El agua que conforta nuestro espíritu contemplando al Señor cuando en la Madrugada sale a nuestro encuentro. Porque el Señor nos busca; como un padre busca a su hijo perdido en medio de la tribulación, la sombra y la duda para confortarlo con la caricia de su mirada. El Señor viene hasta nosotros; se nos aparece en cualquier esquina del espacio o del tiempo. En el lugar más insospechado y remoto. A mí se me apareció un día escuchando la radio, oyendo una canción de los Pretenders. Nunca había reparado en la letra de aquella vieja canción, pero no sé por qué, ese día lo hice y no pude evitar que la imagen del Señor viniera a mi mente al oír unos versos que decían:
Por qué estás triste?
Hay lágrimas en tus ojos.
Ven conmigo. No te avergüences de llorar.
Nada que me confieses hará que yo deje de amarte
Cuando estés en una encrucijada sin saber qué camino tomar, deja que me acerque a
ti.
Porque incluso aunque estés equivocado, yo seguiré a tu lado y no permitiré que
nadie te haga daño.
El Señor está donde menos se le espera. Hasta en una canción de los Pretenders. Él llega hasta nosotros como las olas a la orilla. Nos busca. Acude siempre. Nos llama por nuestro nombre, tiende hacia nosotros su mano y nos ofrece el gran poder de su infinita misericordia. Así lo hizo cuando fue a los Pajaritos. De aquella misión quedaron muchas estampas, muchos recuerdos. Seguro que os acordáis. Yo llevo uno de ellos grabado en el alma.
Fue cuando el Señor se marchaba. Al llegar a la confluencia de la avenida Federico Mayo con la calle Marqués de Píckman, justo en el lugar donde estuvo el puente sobre el Tamarguillo, el Señor se volvió para despedirse. Frente a él, otra vez, los tendederos de los bloques de Federico Mayo, la calle donde vivía mi abuela. Y fue como si en el cielo de Sevilla retumbaran entonces las últimas palabras de Jesucristo en el Evangelio de San Mateo; palabras con las que el Gran Poder se despedía de aquellos barrios humildes y castigados, haciéndoles una promesa.‘Yo estaré con vosotros todos los días, hasta la consumación del mundo’.
Sevilla es… la Orilla del Señor
La culpa, el pecado el llanto
Las penas que el alma siente
Las cruces del penitente
Del corazón, el quebranto.
A todos ampara el manto
de su bendita mirada.
Cuando ya no esperes nada
Cuando te toque perder
Cuando mañana sea ayer
Siempre encontrarás su mano.
Gloria al Dios más sevillano
Aunque en Belén fue a nacer.
Eres el brazo que salva,
la mirada compasiva,
la llama de fuego viva
que la noche troca en alba.
Eres un resplandor malva
que el alma enferma ilumina
Y en el corazón, la espina
no vuelve más a doler.
A todo el que te acude a ver
Una luz dentro le brilla.
Qué suerte tiene Sevilla
con tenerte, Gran Poder.
Vega Leal, Juan Miguel: Pregón de la Semana Santa de Sevilla 2024
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