MARÍA SANTÍSIMA DE LA AMARGURA
Autor.- En la actualidad se desconoce el nombre del imaginero que realizo la imagen de la Virgen de la Amargura, la imagen del San Juan que acompaña a la Virgen de la Amargura en su palio es obra del imaginero Benito Hita y Castillo y de Guzman.
Fecha de ejecución.- Como ocurre con la Virgen de la Amargura, en la actualidad, se desconoce la fecha exacta en la que fue tallada esta imagen de Nuestra Señora, datándose como una obra del siglo XVIII, Benito Hita talla la imagen de San Juan en el año 1670
Momento de la Pasión.- Juan, el discípulo amado, acompaña a la Virgen en su camino hacía el Calvario, donde va a encontrarse con su Hijo, llevando la Cruz.
Cofradía.- Pontificia, Real e Ilustre Hermandad Sacramental y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús del Silencio en el desprecio de Herodes, María Santísima de la Amargura Coronada, San Juan Evangelista y Santa Ángela de la Cruz.
Fecha de fundación.- Finales del siglo XVII.
Templo de culto.- Iglesia de San Juan Bautista, conocida popularmente como San Juan de la Palma.
Templo de salida procesional.- Iglesia de San juan Bautista, conocida popularmente como San Juan e la Palma.
Jornada de procesión.- Tarde noche del Domingo de Ramos.
Puesto dentro de la nómina del Domingo de Ramos.- En la actualidad, y tras la reforma realizada en esta jornada, la Hermandad de la Amargura ocupa el séptimo puesto de las Cofradías que realiza su estación de penitencia a la Santa Iglesia Catedral.
Como testigos de esta fe tan profunda, junto a la pureza de los niños de la Borriquita, las Hermanas de la Cruz. Las Hijas de Sor Ángela que, arrodilladas, cantan a la Amargura de la Virgen y son testimonio elocuente del Amor del Dios vivo con los más necesitados. Al llegar el paso, el perfil de una figura delicada y humilde que se adivina en las sombras fija el brillo cansado de sus ojos de madre en la conmovida belleza de Nuestra Señora.
Amargura sin frontera
que las lágrimas harán
rosa de pasión, imán
de la fe más verdadera.
Cruje el son de la madera
mientras las canciones van
del convento al paso, tan
sentidas que en la cera
se enciende de amor la espera
por el cielo de San Juan.
Canta el amor, necesita
hacerse canto y ternura
si sobre la cal más pura
surge la imagen bendita.
El incienso delimita
la luz de tanta hermosura.
Y en la paz de la clausura,
susurra madre Angelita:
“¡Mira que viene bonita
mi Virgen de la Amargura!”.
Montaño Jiménez, Ignacio: Pregón de la Semana Santa de Sevilla 1997
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