SANTÍSIMO CRISTO DE LA BUENA MUERTE
Autor.- La imagen del Señor de la Buena Muerte fue realizado por el imaginero Antonio Castillo Lastrucci, quien también talla la imagen de María Magdalena, que arrodillada acompaña al Señor en este paso de Misterio.
Fecha de ejecución.- Castillo Lastrucci talla la imagen del Señor de la Buena Muerte en el año 1938, tallando en el año 1944 la imagen orante de María Magdalena.
Técnica.- Imágenes de bulto, talladas y policromadas en madera.
Ciclo de la Pasión.- El Monte Calvario.
Momento de la Pasión.- Jesús a muerto en el Árbol de la Cruz, su costado ha sido abierto por la lanza del centurión romano. A sus píes, en la más absoluta soledad, llora María Magdalena.
Cofradía.- Real e Ilustre Hermandad Sacramental de la Inmaculada Concepción Franciscana, Primitiva y Cisterciense Cofradía de Nazarenos de la Piedad de Nuestra Señora, Santísimo Cristo de la Buena Muerte, Santa María Magdalena y María Santísima de la Hiniesta Dolorosa y Gloriosa Coronada.
Fecha de fundación.- 1560
Templo de culto.- Iglesia Parroquial de San Julián.
Templo de salida procesional.- Iglesia Parroquial de San Julián.
Jornada de procesión.- Domingo de Ramos.
La Buena Muerte, por San Julián, siempre me evocó el gozo de la infancia. Bendita paradoja, que tanto se acerca al Evangelio, que nos invita a vivir arrodillados ante la Cruz, como María Magdalena, pero con dicha de ser Cristianos, tesoreros de una buena noticia.
Acompañamos a Cristo
como quien va a pasear
con su Padre Celestial,
bajo el cielo del Domingo.
Lo que fue, lo que será,
nada parece distinto.
El pasado se pasea
junto a San Hermenegildo,
frente al convento que llora
los pinceles de Murillo
y dio al mundo a la Pastora
desde el jardín Capuchino.
Pasa junto la muralla,
pasa junto sus vecinos
y, desde la Cruz, abraza
todo el tiempo transcurrido.
Los azules antifaces
abren un hermoso abismo
y cuando, ya de regreso,
les da la luz de los cirios,
por calles que serpentean
poniendo a prueba el prodigio
de superar la estrechez,
cada zaguán, cada quicio,
es un altar que custodia
un pasado renacido
en el esperado encuentro,
en abrazos a un amigo,
en sones del Arahal…
Año tras año allí sigo,
buscándome en callejones
donde jamás me he perdido
porque no se pierde el alma
por donde feliz has sido.
Aunque venga Cristo muerto
sobre la Cruz, abatido,
su Buena Muerte provoca
que desempolve el altillo
donde se acumulan todas
mis vivencias de chiquillo.
Casellas Rodríguez, Enrique: Pregón de la Semana Santa de Sevilla 2023